Llueve desde ayer hasta mañana.
Sin pausa, pero con calma.
Gota a gota, con
un breve intervalo:
un segundo, entre ambas.
Sol ausente, arrojado del Sur,
perdido entre tantos nubarrones.
Nimbos forasteros e inoportunos,
repletos de días grises.
Llora el Cielo, en primavera.
Con calma, pero sin prisas.
Lágrima a lágrima, frágiles
y fugitivas, huyen del invierno.
Con un efímero espacio:
un segundo entre ambas.