LA CARACOLA
-Derecha o izquierda –Enseña las manos cerradas-
-Izquierda
-¡Premio! –Abre la mano izquierda.
-¡Qué bonita! Una
caracola.
-Para ti.
-¿Se oye el mar?
-Y los océanos.
-¿Cómo?
-Acércala a tu oído.
-¡Oigo las olas!
-Salúdalas.
-Hola, ola.
-Cambia de oído.
-Se oyen gaviotas.
-La caracola es parte de un tesoro.
-¿Un tesoro?
-Sí. Un cofre repleto de caracolas.
-¡Vamos a por él!
-Solamente yo tengo el mapa.
-Mentira.
-¿A qué sí, Barbanegra? –Le preguntó a un hombre con barba,
que paseaba por el jardín-
-Sí. Está detrás del banco de piedra. En una cueva de la
montaña. Muy lejos.
-¡Vaya!
-Algún día, cuando no estés cansada, te llevaré a la cueva
del tesoro.
-Mañana.
-Temprano.
-Las cuevas no abren antes de las once.