Piedras
brillantes,
El agua:
de la Mar,
Caudal
constante,
Mi amarga
soledad.
¡Escucha
caminante
El aire
de la Montaña!
Silbido
desafiante,
Que
siempre me acompaña.
La Sal:
de tu llanto.
La
Música: tus caderas.
Llegado
el desencanto,
¿Serás mi
compañera?
Malagueño:
El Cielo.
Tu risa:
Celeste.
¿Por qué
tanto velo,
Para no
poder verte?
Tu
ausencia: El Infierno.
Tu
Cuerpo: La Avaricia.
En
verano, en invierno,
Tu Boca
me desquicia.
¡Quizás
te quede un beso
Despréndete
de él!
En la
distancia pienso,
Que
saciará mi sed.
¿Tendrías
dos caricias?
Acércate
a mi cuerpo,
La
aventura que inicias,
Será
eterna en el tiempo.
¿Te
sobran tres palabras?
Al revés
grítalas juntas.
¿Por qué
no me las das?
¡Dejaré
Te nunca!
Ángel Maldonado