Va por vosotr@s

"Literangelatura", es mi asignatura pendiente, pero a la vez mi preferida. Mediante las letras expreso sentimientos, describo sensaciones, y lo mejor: invento y sueño.
Este blog está dedicado a todos los que escriben, a todos los que sueñan, a los contadores de historias, a los rimadores de versos y poetas anónimos...
Hay tanto talento en los cajones de las mesitas de noche...

miércoles, 23 de mayo de 2018

La Oración del Tiempo


Yo soy el presunto asesino
de mis horas muertas.
Soy el cruel carcelero
de mi tiempo libre.
El explorador y aventurero
de mi tiempo perdido.

Viajo en el tiempo,
pasado por agua.
Me entierro en horas y minutos.
No se si resucitaré al tercer día,
en el cuarto oscuro
o en el quinto pino.

Conjugo el tiempo verbal.
En un pretérito,
sería pluscuamperfecto.
Yo había sido.
No soy, solo fui.
Y a lo mejor seré.

Y cuando el verbo
se haga carne,
pararé el tiempo,
para amarte por siempre,
AMÉN.

viernes, 11 de mayo de 2018

Potencia.



La potencia del motor de las embarcaciones se mide en caballitos de mar.

El apetito literario


Yo soy un escritor omnívoro, lo mismo escribo prosa que poesía.
Hay autores carnívoros, que solamente escriben prosa.
También están los vegetarianos, que nada más se alimentan de poesías.

Desafiando a los refranes


“Los martes, ni te cases, ni te embarques”

Nos casamos un martes en la cubierta del Titanic.

Quemar libros


Quemar libros sólo sirve para caldear el ambiente.
Las ideas no se calcinan, se propagan y difunden con las cenizas.
He troquelado las ochocientas páginas de
“La interpretación de los sueños” de Sigmund Freud, en mariposas, que vuelan con las alas repletas de palabras.
He recortado cientos de nubes cargadas  de  textos, y estrellas que brillan en la noche oscura de papel, que velan nuestros sueños.
La cultura es inquebrantable, se crea, se transforma, pero no se destruye.
La fórmula de la cultura es igual a mariposas por estrellas, dividido entre nubes, elevado al cuadrado de los sueños.

El manicomio blanco y negro


Sentado en el banco blanco, intento hablar con mi sombra.

En el jardín del psiquiátrico no hay lugar para colores.

Se me acabó el tabaco y el alcohol de 96.

Los árboles son blancos, las flores grises, mi sombra es negra.

El sol calienta mi locura, la luna enfría mi razón.

El rojo y el verde intentan colarse en el manicomio blanco y negro, pero el guarda de la puerta lo impide.

En este lugar inhóspito no hay sitio para los arco iris.

Va a llover, me levanto y camino descalzo por una alfombra de hojas secas, que crujen como viles cucarachas. No tengo paraguas.

-Como te envidio. Le grito a mi sombra. No puedo correr, me voy a mojar.

Mi sombra se vuelve y se ríe. Yo le escupo y esquiva mi saliva.

El cielo se oscurece y la tormenta aumenta.

Se diluye mi sombra tras truenos y rayos.

Solo, loco y empapado, mi sombra me ha traicionado.