Va por vosotr@s

"Literangelatura", es mi asignatura pendiente, pero a la vez mi preferida. Mediante las letras expreso sentimientos, describo sensaciones, y lo mejor: invento y sueño.
Este blog está dedicado a todos los que escriben, a todos los que sueñan, a los contadores de historias, a los rimadores de versos y poetas anónimos...
Hay tanto talento en los cajones de las mesitas de noche...

lunes, 27 de octubre de 2014

Mi Maestro salvó el mundo...


 
 
Balas de tizas blancas, para pistolas de cartón.
Bolitas de papel mojado, para cañones recortados.
Ejércitos de clips labiados, contra grapas de calibre 26.
Lápices de cera Plastidecor, rotuladores Carioca y colores Alpino, llenan de garabatos las cartillas Rubio de escritura vertical.
El boli BIC negro preside el desfile victorioso, de capuchones rojos, azules y verdes.
Cuatro chinchetas fijan a la pared el mapa físico de España y Portugal.
Las gomas Milán nata 624 se afanan en borrar los trazos enemigos: los lápices STAEDTLER del número dos, llenando el suelo de fideítos blancos.
La pluma estilográfica logró volcar el tintero de cristal sobre el pupitre.
Mientras, el avión de papel cuadriculado, se estampó contra la pizarra verde, ante el alboroto de las niñas y niños de tercero B.
El Maestro Don Serafín, con la regla de madera que nos enrojecía las palmas de las manos, abatió el avión de papel de dos rayitas, con destino y vuelo directo a la descolorida bola del mundo.
 
 
                                                                                Ángel Maldonado Alba

sábado, 23 de agosto de 2014

Mi neurona



La neurona que me queda está planteándose, muy seriamente, abandonar mi cerebro a finales del mes de Agosto. Ya no me aguanta. ¡Una lástima! Nos habíamos cogido cariño.

Dice que protesto por todo, que me estoy convirtiendo en un viejo gruñón, que descuido mi físico, que no la dejo dormir con mis ronquidos, que paso de todo... En definitiva que se va sin cumplir los diez lustro junto a mí.

Será ingrata, pues ella también tiene ataques de vieja cascarrabias, y ha descuidado su química, y provoca mi insomnio, con sus constantes movimientos por los hemisferios cerebrales.

A mí me causará mucha pena, la verdad es que he tenido suerte, todas salieron despavoridas, aquél maldito verano de hace veinte años. Todas, menos ella, que me devolvió la ilusión por vivir.

No quiero que parezca una amenaza, ni un chantaje emocional, pero la vida sin tus terminaciones nerviosas, no tendrá sentido. Y cuando te marches yo me marcharé, también, para siempre.

Espero que olvides, lo antes posible, la idea de abandonarme, además, ¿a qué cerebro vas a ir, que estés peor que aquí?
Neurona, yo también te quiero...

martes, 29 de abril de 2014

Basado en hechos reales



I.- El Encuentro: Calle San Agustín – Filosofía y Letras
 
Era una calle angosta, ceñida y empedrada,
con iglesia, palacio y un antiguo convento:
La vieja facultad, con arcos, escaleras,
y un gran patio central.
En esa encrucijada, de cerca vigilada
por la única torre de nuestra catedral.
En esa estrecha calle, descubrí a mi princesa.
Percibí su sonrisa, frágil como el cristal.
Su mirada inocente me envolvió,
de repente, en el frío escalón,
de aquel viejo portal.
En esa estrecha calle:
mi vida comenzó.
 
 
II.- Declaración: El Puerto
 
Sobre cemento cúbico, dejados al azar.
Anochece en el puerto, perfilado horizonte
de malvas y celestes, de olor a sal.
Tu cuerpo junto al mío, y ambos
frente al mar.
-¡Sí, quiero!
En el “Vespino” rojo, de vuelta a la ciudad,
te robé el primer beso, abreviado y fugaz.
Se lo llevó la brisa, suave, de Junio.
 
 
III.- El Comienzo: Jardines de Pedro Luis Alonso
 
Fue bajo los naranjos de aquél jardín geométrico,
frente a los diminutos surtidores de gotas,
que una y otra vez, se hundían arqueados, 
en la fuente central de aguas cristalinas.
Sentados en el banco de estrechas tablas verdes,
rastreaban nuestras manos, bajo el montón de ropa,
centímetro a centímetro, el tacto de la piel.
Subterráneas caricias,  juegos prohibidos,
furtivos besuqueos, de labios encendidos,
golosos caramelos de dulce miel.
 
 
IV.- La madurez –  Reflexiones
 
Yo no madrugo para que los dioses me ayuden.
Ni para que amanezca más temprano.
Lo hago para contemplar tu cuerpo desnudo.
Sin rozarlo, para no despertarte,
una y otra vez lo repaso con mis manos,
a una micra de tu piel.
Necesito tu calor, en este instante.
No dejaré correr, sin saborearla,
ni una gota de agua por tu cuerpo.
Aunque no haya que beberla,
Con ella me ahogaré.
No me hagas llorar, que bien te quiero.
Salobre prolongación de mi iris: lágrima.
Gota contenida, que sin ti, muero.
Déjame que beba de tu sentido común.
Me embriaga tanta sensatez.
Déjame beber de tu eterna paciencia.
No seré la gota que el vaso colme.
Déjame empapado de tu infinita ternura.
Que nunca me secaré.
 
 
V.- Los inconvenientes – Llueve
 
Se desmorona el cielo en gotas siderales.
En minúsculas partículas de H2 O.
Llueve.
Se impregna el suelo de lágrimas celestes.
Olvidé mi paraguas, en este jardín siempre hace sol.
Llueve.
Caracolas minúsculas inundan tus cabellos, rizos naturales.
El agua deambula por tus labios, remarcando su color.
Llueve.
En tu melena rebusco arco-iris de siete colores.
Persigo, distraído, con la vista el rocío en una flor.
Llueve.
La punta de mi lengua toca el cielo de tu boca,
buscando los sabores, vainilla y menta.
Llueve.
Las mariposas blancas buscan refugio en tu cintura,
atraídas por la luz,
Entre algodonosas nubes, agujas infiltradas: tu frescura.
El cielo se torna azul.
Ya no llueve.
 
 
VI.- Epílogo
 
Más en la enfermedad que en la salud,
sean estas rimas de libres versos,
una declaración de amor y gratitud,
por estar junto a mí, y por tus besos.
 
¡Te quiero!                                                                 




jueves, 27 de marzo de 2014

Sin...

 
Escribimos versos incompletos,
palabras y frases
sin sentido.
Cruzamos ríos sin agua,
secos y polvorientos,
sin puentes.
Viajamos en trenes,
sin vagones, sin revisor
ni maquinista.
Navegamos sin barca y
pescamos sin redes
en la playa sin mar.
Volamos junto a pájaros
sin alas, sin pudor
ni vergüenza.
Saltamos sobre charcos
sin lluvia, bajo los arco iris
en blanco y negro.
Mezclamos nuestros labios,
sin prisas, en interminables
besos.
Bebimos sin sed,
en copas de cristal y
en vasos de plástico.
Comimos sin hambre,
en platos cuadrados,
azules y verdes.
Bailamos, muy pegados,
sin músicos ni orquestas,
sin instrumentos.
Cantamos sin la voz,
afónicos de cuerdas,
de partituras huérfanos.
Paseamos por ciudades
sin plazas, ni viviendas,
sin calles para huir.
Durmiendo, sin almohada,
ni en camas, ni en colchones.
Miramos, sin ser vistos,
a un cielo sin estrellas y
sin nubes blancas.
Escribimos frases incompletas,
palabras y versos
sin sentido.

martes, 25 de marzo de 2014

Historia de Amor de dos flores en Primavera

 
           
No me fijé en ella, hasta que nos cortaron. Nos colocaron encima de una mesa, a una cierta distancia. Entonces, verdaderamente, percibí el intenso color de sus pétalos, la frescura y el descaro con la que permanecía sobre la mesa vacía. Su rostro azul salpicado de vergonzosas y diminutas pecas amarillas me sedujo de tal manera, que pedí al viento que me acercara un poco más a ella.
 
La proximidad acentuaba su belleza. Mi presencia la ruborizó y sus pétalos brillaron, aún más. Su fragilidad me cautivó y llamé, de nuevo, al viento. Pero esta vez le supliqué que soplara más fuerte, que me situara junto a ella.
 
Una racha de viento me empujó sobre la flor de mi vida y rozamos pétalos con pétalos, hasta que llegó la primavera.
 

martes, 4 de marzo de 2014

Contrastes de paisajes

Contrastes de paisajes. (AVE Málaga-Madrid)
 
La ciudad, moles de cementos idénticas, cubos de aristas definidas, formas poliédricas con cientos de ventanas y miles de historias.
Más adelante, los polígonos industriales, naves varadas, techos de Uralita, humos y chatarra. El caos de hierros oxidados, precede a la multiplicación de vías y tendidos eléctricos, a los talleres de RENFE.
Aparecen hileras de vagones grafiteados, muertos, en vías muertas.
Por fin llegamos a los campos, verdes y ocres, colores naturales, paisaje de retales cuadriculados irregularmente tejidos, bosque de olivos, hileras infinitas que se pierden en el horizonte.
De vez en cuando, sobre la llanura vegetal se eleva un árbol huérfano, solitario y valiente.
Durante todo el trayecto me acompañan los postes de hormigón y el cable negro y grueso, que propulsan al tren por sus raíles, de Málaga a Madrid.
Otro tren en sentido contrario, Madrid-Málaga, y túneles negros, construyen los paréntesis paisajísticos de mi ventana.
El cielo, plomizo y gris, amenaza lluvia. A lo lejos se cuela un rayo de sol, imperceptible y efímero. La humedad envuelve la campiña, un fino velo de bruma y niebla difumina la vista panorámica. Por los auriculares se cuela la banda sonora de Braveheart y me traslada a los bosques escoceses y a las batallas por la independencia.
Aldeas solitarias y cortijos aislados, donde el tiempo se ralentiza, envueltos en la actividad agrícola y ganadera.
Riachuelos que buscan, sin prisas ni urgencias, la salida a la mar.
Y, de nuevo, los trenes en vías muertas, los polígonos industriales, la simetría de bloques repletos de ventanas: la ciudad. El destino: Estación de Atocha – Madrid.
Los andenes y las escaleras mecánicas se llenan de viajeros tirando de sus maletas, como caracoles, arrastran sus casas cuadradas, nómadas por poco tiempo, en tanta vida sedentaria.

viernes, 14 de febrero de 2014

Dejaré Te Nunca

 
 
Piedras brillantes,
El agua: de la Mar,
Caudal constante,
Mi amarga soledad.
 
¡Escucha caminante
El aire de la Montaña!
Silbido desafiante,
Que siempre me acompaña.
 
La Sal: de tu llanto.
La Música: tus caderas.
Llegado el desencanto,
¿Serás mi compañera?
 
Malagueño: El Cielo.
Tu risa: Celeste.
¿Por qué tanto velo,
Para no poder verte?
 
Tu ausencia: El Infierno.
Tu Cuerpo: La Avaricia.
En verano, en invierno,
Tu Boca me desquicia.
 
¡Quizás te quede un beso
Despréndete de él!
En la distancia pienso,
Que saciará mi sed.
 
¿Tendrías dos caricias?
Acércate a mi cuerpo,
La aventura que inicias,
Será eterna en el tiempo.
 
¿Te sobran tres palabras?
Al revés grítalas juntas.
¿Por qué no me las das?
¡Dejaré Te nunca!
 
                                      Ángel Maldonado


viernes, 31 de enero de 2014

Malagueta Beach


La poesía corre el riesgo de convertirse en una lectura cursi, aburrida, pesada… Pero, igual que cualquier otro género literario, solo que más corto.
Mi poesía es triste porque mediante los versos expulso la tristeza. Habitualmente, escribo poemas como terapia del desánimo y del pesimismo. Lo suelto y me quedo como nuevo. En los momentos alegres y divertidos no se me pasa por la cabeza escribir poemas, sino vivir intensamente ese instante.
Este es el motivo de la angustia, desencanto y abatimiento de mis versos. Egoístamente no pienso en el estado de ánimo del lector.
Yo no me considero poeta, simplemente rimador de sentimientos, de versos y estrofas librecasílabas.
A modo de excepción, ahí van unos versos divertidos, a los que puse música y vídeo.


¡Qué contento, qué feliz,
yo me baño to los años,
en la Malagueta Beach!
 
Hola, ola. Como mola,
beberse una coca cola,
fresquita en el rompeolas.
 
Vaya, vaya,
 las marujas se apretujan
alrededor de mi toalla.
Vaya, vaya...
 
¡Qué modernas, no pué se!
A esta playa ya han llegao
las tías con el topless...
Aunque alguna se parezca
al monstruo del Lago Ness.
 
¿Qué hora es? Las diez han pasao.
Pues ya es la hora del desnatao.
¿Qué hora es? Son la una.
Pon la mesa y la aceituna.
¡Espera! Ozú que pesa,
voy a sacar de la nevera
un botellón de cerveza.
¿Qué hora son?  Son las dos.
La hora de irse.
Venga niño, corre nena,
a quitarse ya la arena.
Me parece que
ya hemos perdío el trece.
 
¡Atención! Espera una mijilla.
Una periquita paseando por la orilla.
Bomboncito nuevo,
todos los abuelos
van girando el cuello.
Qué te estaba yo diciendo.
Ah sí, atención
cuidado con los cortes
de digestión.
 
¡Qué contento, qué feliz,
yo me baño to los años,
en la Malagueta Beach!
 
 

miércoles, 29 de enero de 2014

La Ciudad sin puertas

En las aceras húmedas veo reflejos solitarios de farolas oxidadas.
Roedores solidarios comparten mis furtivos vagabundeos por la ciudad noctámbula.
El olor a tierra mojada, que dejó la lluvia de hace un rato, es un perfume espeso en mi olfato instalado.
Buscando versos olvidados, junto al sigiloso gato callejero, rebuscando besos abandonados por calles desiertas, de la ciudad sin puertas.
Esquinas de princesas con la esperanza eterna de príncipes dorados, que nunca llegan.
Buceando en los charcos de lágrimas saladas y fina arena, persiguiendo sirenas encantadas, ahogando penas.
Ha vuelto ya la lluvia de los deseos, jugando delicada con mis cabellos.
En mi cara retozan traviesas gotas, resbalan por las barbas y caen al suelo.
El aguacero me ha sorprendido mirando al cielo, contando las estrellas que ya no veo.
El gato ronronea: -No las sigas buscando, se han escondido.
Arrecia la tormenta, apresuro mis pasos, busco refugio en vano, ya casi me olvidé que  deambulo por la ciudad sin puertas.
La cornisa de tejas rotas me protege, la noche sigue avanzando hacia la oscuridad, quebrada fugazmente por faros de coches confundidos, que atropellan violentamente el néctar transparente que burbujea en el asfalto.
El vaho de mi aliento esboza abstractas formas en el aire gélido, volúmenes de sinuosas curvas lascivas e impúdicas, que se rompen en el infinito de la negrura al contacto con la lluvia.
La visita de Morfeo se está consumando, custodia mi soledad un insignificante hilo luminoso que ha esquivado la muralla de nubes negras.
Presiento que hoy no va a salir el sol.
No están cerradas ni abiertas, no está viva ni está muerta, simplemente dormité en la ciudad sin puertas.

                                                                Ángel Maldonado

domingo, 26 de enero de 2014

Sueño despierto

Sueño con grandes pájaros
de hierro oxidado,
que caen al suelo.
Bloqueadas las alas,
de tanto peso,
de tanto tedio.
 
Sueño con nubes azules,
sobre un cielo blanco,
de nieve y lluvia verde.
Sueño con árboles celestes,
de troncos transparentes
y raíces cristalinas.
Sin pétalos las flores,
moscas sin alas.
 
Y sueño con arañas
de telas rojas.
Los saltamontes reptan,
por barro espeso y tibio.
Y los gusanos saltan,
blandos, blancos y sedosos.
 
Y yo sigo soñando
con hormigas perezosas,
ociosas de cien patas.
Y esforzadas cigarras,
trabajadoras.
 
Peces en blanco y negro,
invaden la playa,
en busca de gaviotas,
que lloran sal
sobre la arena gris,
de grano grueso, y
caracolas huecas,
que escupió el mar.

viernes, 24 de enero de 2014

El ladrón del tiempo


Ayer robé al Jueves, ese día insulso de la semana, anterior al Viernes y posterior al Miércoles: el Jueves.

Fue irresistible, no sé porqué motivo, pero me abalancé súbitamente a por el cuarto día de la semana.

 
Hoy, con sigilo, al amparo de la clandestinidad, voy a robar el día 28,  tampoco tengo una razón especial en la elección del número, quizás mi subconsciente si la posea…

Un sudor frío recorre mi frente, me estoy acostumbrando al hurto del tiempo, me produce un estado de excitación e inquietud, un chute de adrenalina pura, el robo del tiempo está creándome adicción, me está transformando en un cleptómano de días y meses.

 

Las civilizaciones queriendo cuantificarlo todo, en medir las cosas, la humanidad empeñada en atrapar el tiempo… relojes de sol, de agua, de arena, atómicos, digitales, analógicos, de pulsera, de pared… adelantando y atrasando horas en primaveras y en otoños… manipuladores de lo etéreo… Y, a mí no se me ocurre otra cosa que desvalijarlo.

 
Estoy planificando ahora el atraco al almanaque del mes de Octubre. Quiero que sea un golpe perfecto, que no deje huellas. Me están vigilando, desde hace unos días he notado una presencia sutil de la policía secreta de los meses. Creo que sospechan algo, pero no tienen pruebas, ni siquiera uso reloj de pulsera.


Mañana robaré Octubre, conseguí despistar a los agentes, están como locos, recorriendo oficinas y comercios, no se apartan de los calendarios ni un instante… El sudor frío resbala con timidez por mi frente: mañana robaré Octubre…
 

                    El ladrón del tiempo.

 

       

A los lectores: “Perdón por haberles robado su tiempo”.

jueves, 23 de enero de 2014

Composición simbiótica de amor abstracto

 
Los cuerpos infectados se aproximan.
Infiltra tus tejido secretores,
mi surtidor de células aisladas.
Composición simbiótica de amores.
 
Glándulas amoreternas esparcidas.
Epidemia de sexo germinado.
Bacterias amorosas irreversibles.
Composición química de amor abstracto.
 
Un virus debilita los tejidos,
moléculas de cuerpos agotados.
Seis años propagando los gemidos.
 
Y aún los corazones no apagados,
resisten el fuego bacteriano,
que abraza a los dos enamorados.
 
                                                       
                                                        Ángel Maldonado