El Desencuentro
Me obligaste a medir,
en centímetros, el tiempo.
El olvido y la distancia,
en horas y minutos.
Las caricias se han vuelto
ausentes y vacías.
Igual que tu mirada,
celeste y fría,
marchó de madrugada.
Tus besos son ahora
un choque entre salivas.
Yo sueño con tu cuerpo.
Tú duermes y me olvidas.
Desnuda entre las sábanas,
indiferente rozas,
tu cuerpo con el mío.
-¿No sientes nada?
-Frío.
Ángel
Maldonado